domingo, 6 de enero de 2008

Parte 24

Aunque falta más de un mes parece que se ha instalado el invierno definitivamente, es la segunda vez que la nieve cuaja en apenas siete días, las televisiones anuncian fríos intensos en todo el país y se aconseja no viajar por carretera si no es absolutamente necesario.

Ya hace casi un mes del secuestro de Blanca sin que hayamos tenido la más mínima noticia, me he trasladado de nuevo a la casa de Sergio aunque noto que ha perdido un poco de chispa, pasamos largos ratos frente a la chimenea, el leyendo y yo durmiendo, hasta que noto que se queda en blanco y entonces trepo por él para molestarlo y sacarlo del ensimismamiento.
Mayte se ha instalado un poco en nuestras vidas, nos visita con frecuencia o llama si sabe algo o por si lo sabemos nosotros, sé que han acudido juntos a las dependencias policiales a intentar reconocer en fotografías rostros familiares que hayan podido aparecer ocasionalmente en sus vidas los últimos meses.
Esta tarde están citados los dos a las siete en el apartamento de Blanca, el inspector Alonso, un individuo fornido que se ahoga cuando intenta fumar en pipa, es el encargado del caso,yo creo que anda un poco despistado en sus pesquisas o que es un poco "pardillo". Cuando parece que se le enciende la bombilla como a "Eureka"pone cara de sabueso e inhala una bocanada de humo de tan ridícula cachimba que apenas le cabe en las manos, entonces aparecen las toses estertóreas y tiene que acudir con urgencia a la ventana maldiciendo a Rodrigo de Jerez por apropiarse el tabaco de los indígenas en vez de distraerles el oro como el resto de la expedición de la Santa María.

Diez minutos antes de la hora acordada ha llegado Mayte, con las gafas empañadas en la mano y un torrente de enmarañado pelo negro cubriendo parte del anorak subido hasta la nariz, mientras Sergio la besaba e intentaba darle calor con sus abrazos yo me he enroscado en sus pies obligándola a agacharse para acariciarme. Tiene unas manos suaves que huelen a frío y a intensos perfumes que me transportan en el tiempo al antiguo Egipto, a los efluvios producidos por las maderas, especias y resinas que al calor de calderos evaporaban evocadores
aromas de bálsamos y ungüentos. Mirra, enebro y lentisco que conformaban los "khepis" que inundaban los templos de fragancias.
- Hola Sir-Kan - ¡Sir-Kan!.- ¡Dioses del Olimpo, castigad al miserable "Skorbuto" que a logrado extender la ignominia mancillando mi nombre!

Un grueso jersey blanco de doble cuello apareció bajo la prenda de abrigo que Sergio ayudo a despojar y las perfumadas manos de Mayte se acercaron buscando la caricia del fuego reconfortante que le hicieron soltar alguna exclamación de placer.

Mientras a mi descerebrado dueño se le oía enumerar en voz alta el contenido de una especie de mueble-bar intentando ofrecer a la visitante algo que fuera de su agrado, se oyó el sonido del timbre de la puerta, por no decir del pato que lo imitaba, ya que en la línea habitual de lo que mi dueño entendía sobre racionalidad, le pareció mas oportuno instalar un ave en vez de un timbre, así cuando alguien llamara a la puerta en vez de "ringgggg", sonara "cua-cua", alertando al visitante de lo que podía encontrar tras ella.

Tras dos llamadas de "Donald" Mayte franqueo la puerta al policía, que tras una sonrisa impecable y una gabardina inmensa aguardaba en el descansillo.

- Adelante inspector, llega a tiempo de tomar algo con nosotros.

Gracias a lo nutrido y variado del "Skorbuto bar" Mayte tuvo que tomar una "Quina Santa Catalina" y el gigante se permitió el lujo de "chotearse" del ecologista pidiendo primero una "zarzaparrilla", después un "Trifonio" y por último una "Mirinda" - ¡que cachondo el "pulicia"!-

Cuando la situación amenazaba con entrar de nuevo en el desvarío, el "sabueso" sacó su pipa (de fumar) y les pidió que se trasladaran al apartamento de Blanca. Yo obviamente me hice notar inmediatamente no fueran a pensar ni por un momento dejarme al margen. Los tres me miraron pero fue el policía el que contesto: Por favor como nos vamos a olvidar de la estrella.

El apartamento de Blanca se apreciaba igual, tan solo alguien había retirado los restos del "lemon pie" que yo me había "zampado" en tan larga espera, Alonso sacó cerillas y empezó a encender la pipa con cara de contrariedad.
- No saben como pica la lengua
- ¿ Y por que fuma? - inquirió Mayte
- Por imitar a mi padre, pero ya les contaré esa historia otro día, ahora vamos a hablar un poco del caso que nos ocupa.
Caminó por la estancia pidiéndonos que le siguiéramos y era evidente que el policía había estado allí muchas veces.

- Blanca- empezó a hablar- era vigilada desde hace tiempo - señaló un pequeño orificio en el capialzado del ventanal que albergaba una microcámara, moviendo la tirador de la persiana para que apreciáramos el control remoto que la accionaba- También estaba intervenido su teléfono, -señaló con el dedo volteando el aparato- y gracias a la piel que se quedó bajo las uñas del gato hemos logrado descubrir la identidad del sujeto que la secuestró.
¡Vaya! aquella joven de los guantes de látex que me acariciaba sabía que había atacado al intruso y estaba tomando muestras.

- Creemos que el atropello que sufrió Blanca al salir de la Estación de Chamartín no fue fortuito. A Blanca le habían ofrecido la dirección del Proyecto del Satélite Europeo y había aceptado, 6.000 millones de euros en primera fase para desarrollar este ambicioso y codiciado proyecto. También parece que la mafia ya tenía la determinación de eliminarla para sustituirla por alguien mas "domesticable", y cuando estaban a punto de conseguirlo apareció usted - se giró apuntando a con la pipa a un Sergio perplejo- Si apareció usted dejando incomprensibles mensajes en el contestador de la chica que les hicieron pensar que existía algún vinculo con la organización ecologista que podía añadir nuevos problemas a este asunto, por lo que ante la duda creada optaron por tirar por la calle de enmedio y volarle el apartamento.
Una vez conocida la identidad del matón hemos puesto en funcionamiento la red de "confidentes", es un asunto complejo que nos hace temer por las posibilidades de Blanca, no está claro que a estas alturas siga viva - la voz del policía se cortó cuando vio caer dos lagrimones de los ojos de Mayte - Lo siento, tenemos al "matón" bajo vigilancia esperando que nos facilite alguna pista pero todavía no hemos logrado nada, y lo peor es que pensamos que ustedes también están en peligro. Les hemos puesto protección pero esta gente es peligrosa, sean cautelosos, observen si cambia algo en su entorno, cualquier detalle mínimo, un repartidor, el limpiacristales, el portero de la finca, un cartero que traiga una entrega personal, en fin estén alerta y en comunicación conmigo.

Se hizo el más absoluto silencio en la estancia, fuera empezó a llover de nuevo, el inspector Alonso se acercó a la cristalera y clavó su mirada en la oscuridad alimentada la fina cortina de agua, como si alguien al otro lado los estuviera observando. Yo sentí que el miedo me erizaba el pelo y solté un lastimero maullido, Alonso bajó la vista y me dirigió una sonrisa.

- Tranquilo gatito, ahora toca ser más listos.

Sin dejar de mirar fijamente hacia la nada, lentamente fue bajando la persiana hasta impedir que su imagen siguiera reflejada en el cristal.

El gato.

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