Parte 43
-no te hará daño si no quieres, sólo hago esto por una sola razón: TE AMO y quiero que te cases conmigo. Si estoy haciendo tod esto es sólo porque quiero esta a su lado ¿qué no te das cuenta?
Blanca, con cara de temor, y con lágrimas en sus ojos, le dijo:
-yo no siento nada por ti, no puedo obligar a mi corazón a amar a alguien que no puede ser. Además, si me quisieras, me dejarías libre. Jamás me casaré contigo!
Álvaro la tomó del brazo fuertemente, marcándole moretones, mientras con la otra mano le agarraba la mejilla y la besó.
Blanca no supo qué hacer y con el coraje de su ser le dio una cachetada e intentó bajarse del automóvil.
Al momento de abrir la puerta, Álvaro arrancó a gran velocidad, furioso por lo ocurrido, dejándole a Blanca como única opción cerrar la puerta.
Mientras discutía con Blanca no se dio cuenta de que un trailer de carga venía delante, hacia él. Perdió el control y chocaron. Álvaro no podía salir del carro pues el volante se lo impedía. Esto fue la gran oportunidad de Blanca para escapar. Abrió el carro mientras Álvaro, furioso, le gritaba:
-aunque intentes huir, te encontraré. No sabes cómo llegar a tu hogar!
A Blanca no le importó lo que decía Álvaro, sabia que encontraría una solución. Para llegar a su amado, Blanca corría y corría sin dirección alguna entre arbustos, un lugar tenebroso, hasta ver de nuevo una carretera. Pero, de tanto correr ya no pudo mas y azotó al piso.
Mientras dormía, tenía pesadillas sobre el horrible trauma que sufrió con Álvaro, soñando que él la encontraba y abusaba de ella. Presentía que él no la quería sino que estaba obsesionado con ella.
Al despertar, vio que todo había sido una terrible pesadilla, pero cuál no sería su sorpresa: iba en una camioneta, en un corral con cerdos. En ese momento a Blanca se le vinieron muchas ideas pensó que Álvaro era el que la había subido a ese corral de cerdos. Entonces gritó fuerte. Pero una voz anciana le dijo:
-Pensé que nunca despertarías. Llevas un día durmiendo.
La voz del anciano le decía:
-No tengas miedo, niña. Nada te pasará.
Esto tranquilizó a Blanca. Pero no del todo.
(Liliana H.)
Parte 44
Ella viajó a Europa para poder terminar su proyecto del Satélite europeo. Ahí conoció a un científico muy inteligente que la ayudó a terminar su proyecto.
Esa misma noche que lo conoció, salieron a tomar un café a uno de los sitios mas importantes de Europa.
Jack le propuso que, al día siguiente, se volvieran a ver para que le enseñara los sitios mas hermosos de Europa y ella aceptó.
Al día siguiente se quedaron en ver en el mismo café y así duraron todo el día conociendo París.
Al otro día viajaron a Marruecos y por último a Barcelona, a presenciar un concierto. Así se hicieron los mejores amigos.
Durante una semana salieron y se conocieron tan bien que él se enamoró de ella, pero lo que él no sabía era que ella tenía esposo. Un marido bastante celoso y posesivo. Ella estaba tan encantada con él que se olvidó de contestar las llamadas que su marido le había dejado en la recepción del hotel. Esa misma tarde, al regresar, recibió la llamada de su esposo que estaba enfermo de celos y le exigió que se regresara a México.
Ella tuvo que regresar a México y no pudo despedirse de Jack.
Charo lo extrañaba tanto que no pudo mas y se fue de su casa, tomó el primer vuelo a París y desde allí lo llamó. Jack se emocionó tanto que no tardó nada en llegar al hotel en donde se estaba hospedando Charo.
Cuando se vieron, lo único que se les ocurrió fue darse un tierno beso y élk la invitó a tomar un café.
Fueron al mismo sitio donde se habían conocido. Platicaron de todo lo que había pasado, pero ella recordó as u marido que en ese momento debería estar muerto de celos y del coraje. Ella decidió volver a México a tramitar su divorcio con Alonso ya que estaba segura de que al que en verdad quería era a Jack. Así, al día siguiente, tomó el vuelo a México.
Cuando llegó a su casa habló con su marido y así los dos decidieron que el divorcio sería lo mejor ya que Charo era una mujer muy inteligente y responsable. Tenía un trabajo en el que tenía que viajar mucho a Europa y él era un hombre celoso, posesivo y tenía un trabajo muy inestable. Ella decidió rentar un departamento mientras llegaba el documento del divorcio.
Así pasó un mes y le llegó el documento. Arregló todo para irse a vivir a Europa y, en menos de lo que pensaba, ya estaba allí, viviendo con Jack. Decidieron casarse.
(Claudia Janeth Rosales Gonzalez)
Parte 45
No podía estar tranquila ya que seguía pensando en ese incómodo acontecimiento que vivió con Álvaro, ya que pensaba en que la iba a encontrar y le haría cosas peores a las anteriores. Pero la voz que había escuchado al despertarse, una voz temblorosa y pausada, le decía:
-¿te encuentras bien? Porque mi esposo y yo veníamos de comprar cerdos. Te encontramos a la orilla de la carretera, desmayada.
Mientras Blanca, confundida por lo ocurrido, le respondió
-me siento bien, aunque un poco mareada.
Luego de un rato, llegaron a la pequeña granja del matrimonio. Le ofrecieron a Blanca una habitación para que descansara, se le bajara el dolor de cabeza, y reposara ya que estaba demasiado asustada.
Después de varias horas, Blanca despertó y dio un recorrido por aquella casa de aspecto antiguo con muebles de muchos años, color blanco en el interior, y ese piso clásico de madera. Cerca de donde caminaba estaba una ventan. Se acercó a ella y observó una gran cantidad de animales: cerdos, vacas, ovejas, con una loma en la que se podían apreciar distintos tipos de plantas y flores. Para Blanca ese ambiente le traía mucha calma.
Mientras seguía inspeccionando la casa, encontró al matrimonio de ancianos en una cocina. Asustada por no conocer a esas personas, se acercó lentamente. Se le notaba en la cara esa confusión y miedo al mismo tiempo, pero con voz tierna la anciana le dijo:
-acércate, no tengas miedo, me da gusto que te hayas levantado.
Con mas confianza Blanca les respondió:
-Muchas gracias por su ayuda, no se qué me hubiera pasado si no me hubieran ayudado.
La anciana le dio un te mientras le contaban cómo la habían encontrado ya que ella desde ese desmayo no se acordaba ni de su conversación anterior.
En lo que Blanca tomaba el te les platicó todo lo que se acordaba con muchas pausas, les platicó lo que le había ocurrido con Álvaro y todo sus demás problemas. Cuando de repente su corazón se estremeció. Escuchó el tocar de la puerta. Ese sonido de nudillos en pausados golpes, con esa puerta hecha de madera de roble. Esperando lo peor con el trauma de que fuera Álvaro. En ese momento el esposo de la anciana abrió la puerta y vieron quién era…
(Maraña)
Parte 46
Un policía que iba en busca de Blanca. Al abrir la puerta el policía preguntó:
-disculpe, amable anciana. Estoy en busca de una joven que secuestraron. Me comentaron que la habían visto cerca de la carretera, desmayada, y que ustedes la habían recogido. Es eso cierto?
Entonces la tierna y anciana viejecita, respondió:
-es cierto, ella se encontraba un poco mareada y con algunos raspones y heridas no tan graves. Me comentó que se encontraba con una persona llamada Álvaro y que habían tenido un accidente vial.
Entonces Blanca se dirigió al oficial y lo acompañó hasta la estación de policía.
Mientras tanto, en Madrid, Maite seguía en el departamento de Blanca esperando una llama de alguien que supiera de ella o de su paradero. Y en eso sonó su celular. Ella no sabía si contestar o dejarlo así, porque la verdad, no uería saber ue su amiga Blanca estaba muerta. Pero a la vez quería saber algo sobre ella.
Dejó que su curiosidad le hiciera contestar ese teléfono. Al contestar en us mente había muchas cosas que pasaban. Preguntó:
-con quien desea hablar?
El oficial le contestó:
-es usted Maite?
-Si, soy yo.
-le tengo una gran noticia. Encontramos a su amiga Blanca. Ella se encuentra en Barcelona, en la estación de policía.
En eso Maite, llorando de la emoción, colgó y se dirigió a Barcelona a toda velocidad.
Al llegar a la estación de policía encontró a Blanca dormida. Corriendo la abrazó y le dijo que le daba mucho gusto verla.
Pero en eso se abrieron las puertas y entró Álvaro.
(Manuel Gerardo Toca Aldana)
Parte 47
Charo, invadida por el deseo, se abalanzó sobre Alonso inmediatamente y le plantó un beso. Alonso le correspondió. Charo salto y dijo:
-No!, esto no puede ser! Discúlpame, Alonso, yo estoy casa.
Charo salió corriendo de la oficina. En ese momento abandonó su trabajo.
En el camino a casa, Charo recordaba el lento beso que le había dado a Alonso. se sentía muy culpable porque era ella casada y no quería destruir la relación nada mas por un momento de deseo. Se estremecía del temor de sólo pensar que su esposo descubriera su pequeña infidelidad. Al llegar a su casa, abrió lentamente la puerta y entró. Notó que le ambiente estaba muy silencioso y se dirigió a la recámara principal. Qué demonios está pasando aquí? –gritó, histéricamente Charo.
Su esposo estaba revolcándose en la cama con una tipa desconocida.
-Maldito, qué estás haciendo con esa per…!
-te odio, lárgate de mi casa, lárgate, lárgate! Por qué me hiciste esto, infeliz!
-.Espera, déjame explicarte, mi vida!
-cállate, y vete, maldito, vete! Lárgate! Toma tu ropa y márchate.
Charo no podía creer lo que había presenciado, lo que menos esperaba de su esposo. No paraba de llorar diciendo “Por qué a mí?, cómo pudo hacerme esto? Me quiero morir!”.
Al día siguiente, Charo amaneció tirada a un costado de su cama, sin aliento ni para hacer un solo movimiento. Estaba desolada y ya no quería seguir viviendo. Recordaba cada instante de la desagradable escena de su esposo con otra mujer. Del cajón de su buró sacó unos antidepresivos y con la intención de quitarse la vida, los llevó a su boca lentamente. De pronto tocaron a su puerta.
-Charo, estás ahí? Soy Alonso.
charo había dejado la puerta abierta y Alonso entró a la casa, corrió hacia el cuarto para ver si ahí se encontraba Charo. La vio tirada en el piso y la recogió enseguida diciéndolo:
-qué te pasa, Charo, levántate! Qué tienes en la boca, déjame ver! ¡escupe esas pastillas, escúpelas ya!
Charo escupió las pastillas y se echó a llorar.
-me has salvado la vida! Te lo agradezco!
Alonso la levantó y la colocó sobre la cama .Charo cayó en un sueño profundo en brazos de Alonso.
Tiempo mas tarde Charo despertó y Alonso también. Se miraron directamente a la cara y se sonrieron los dos. Alonso dijo:
-Conmigo estarás bien, siempre estaré aquí.
-Señora! Señora! Señora!, ya he terminado la ruta del camión.
-Oh, Dios! Me he quedado dormida! Discúlpeme señor chofer! Ahora mismo me bajo.
Qué sueño tan raro tuve!.
Charo se dirigió a su casa, sorprendida de lo que había soñado. Por qué soñaría eso?
(Alberto Limón Reyes)
Parte 48
Después Charo regresó a la oficina con la intención de recuperar algunos documentos y tener una excusa mas creíble para darle a Alonso, nerviosa Charo se puso a husmear y sustrajo unos documentos que relacionaban en un crimen a Alonso. los sustrajo y los metió en su bolsillo. Al querer salir de la oficina se dio cuenta de que Alonso la estaba esperando en la puerta. Nerviosa dijo que había regresado por un objeto muy importante que se le había olvidado. Alonso no le dio mucha importancia y la dejo pasar. Charo salió casi corriendo de la oficina.
Mientras tanto, adentro de la oficina Alonso se dio cuenta de que los documentos no estaban en su lugar y, al querer ordenarlos se percató de que faltaban algunos. Se puso a buscar y supo que los que faltaban eran los del crimen cometido por él y otros amigos hacía 10 añós. Furioso pero a la vez nervioso, salió corriente detrás de Charo, con la intención de alcanzarla y quitarle de su poder esos documentos.
Para esto, Charo ya había abordado su automóvil e iba rumbo a su casa. Nerviosa, sacó un cigarrillo y empezó a conducir con dificultad, ya que le iba pasando por la cabeza lo que acababa de descubrir. Pensó que los planes que había hecho para vacaciones se acababan de arruinar ya que había descubierto un secreto en el que estaban vinculados Alonso y su otros compañeros: Louis, Carlota, Javier, Aurora y Carmen. No lo podía creer, estaba sorprendida.
Alonso, temeroso de que lo que sospechaba era verdad, seguía a CHaro hasta su casa. Esta no se daba cuenta ya que su mente iba en blanco. Al ir pensando en cómo sus compañeros fueron capaces de cometer tan grande atrocidad.
Charo llegó a su casa y, temerosa se dio una ducha para tratar de olvidar lo sucedido. Pensó que si se ponía a investigar saldría todo a flote y que los culpables irían a parar a la cárcel. Salió de la ducha y se recostó un rato. Empezó a analizar los documentos que, al parecer, eran lo más espantoso que nunca ella se podría imaginar. Estuvo hasta muy noche analizándolos hasta que se quedó dormida.
Como Alonso no pudo dar con la casa de Charo, se resignó y se fue a su casa. Esperando al día siguiente para poder hablar con Charo y explicarle lo sucedido, y así todo quedaría como si no hubiera pasado nada, Alonso pensó que si no lo lograba, tendría que armar un plan para asesinar y así poderle tapar la boca a Charo.
Al día siguiente, como era de esperarse, Alonso llegó tempranísimo a la oficina y al ver que Charo ya estaba en ella, intentó tocar el tema de los documentos pero Charo no pudo resistir la furia y se abalanzó contra Alonso reclamándole lo atroz que fueron sus compañeros y él al cometer aquél crimen. Alonso forcejeó y, al tratar de apartar a Charo de su cuerpo, la aventó con tal fuerza que ésta se dio un golpe muy fuerte en la cabeza. Al suceder esto, Charo despertó y se dio cuenta de que todo ese enredo sólo era consecuencia de un desmayo que le pasó por darse un fuerte golpe en la cabeza a causa de un tropiezo que se dio por no ver un pequeño escalón que estaba en la entrada de la oficina.
Charo regresó a la realidad después de estar tan exaltada por el sueño tenido, logró ponerse de pie y con calma tomó los documentos que necesitaba.
(Rosalba Chapa)
Parte 49
Charo, que iba en un taxi, extrañamente empezó a recordar a su gran amigo Jaime que toda su infancia había pasado con ella. Desde pequeños se conocían. Se veían cada sábado y jugaban a lo primero que les pasaba por la mente, y así fueron pasando los años e iban creciendo juntos
Ya no era jugar, ahora era escuchar música, pero mientras iban pasando mas años se iban separando un poquito mas. Ya no iba odas las semanas, ahora era verlo de vez en cuando. Hasta que un día perdió por completo el contacto con él.
Un día volvió a verlo pero ya muy cambiado, ojeroso, con la ropa sucia. Parecía que le había pasado algo extraño a su amigo. Corrió a hablar con él y le preguntó:
-Por qué te ves tan mal, que te pasó, qué te hicieron?
Charo decía preocupada pro su estado, pero Jaime no le contestaba, seguía caminando como si nadie le hablara. Pero Charo seguía insistiendo:
-por qué te ves tan mal, qué te pasó, qué te hicieron?
Hasta que Jaime le respondió:
-Bueno, a ti qué te interesa mi vida, nunca te he visto en mi vida así que deja de estar ch*&% y déjame en paz!
-pero es que no te acuerdas de mí? –decía desesperada Charo, casi a punto de llorar. Hasta que Jaime le respondió:
-quieres saber de mi vida, bueno pues, te la voy a contar. Yo era un chico normal, tenía una amiga a la que quería mucho. La estimaba demasiado, pero al pasar el tiempo ese afecto que sentía por ella se fue convirtiendo en amor. Yo toda la vida le di señales que me gustaba pero nunca me hizo caso. Lo tomaba como un juego hasta que un día me decidí a olvidarla por completo y empecé a andar con alguien que conocí en un cafe. Todo iba bien con ella pero no podía dejar de pensar en mi amiga, y mi novia se empezó a volver un poco misteriosa. Hasta que un día, en una fiesta, me ofreció marihuana y a mí se me hizo fácil probarla, y otra vez, hasta que se empezó a convertir en una adicción.
Mi novia me dejó, me corrieron de mi casa y, lo peor de todo, nunca hubo una llamada de esa amiga que siempre creí que estaría a mi lado en las buenas y en las malas, y a la que le echo toda la culpa de cómo estoy ahora, pero gracias a la droga hasta su nombre he olvidado.
En eso, Charo empezó a llorar sintiéndose culpable…
(Edgar Pinales)
Parte 50
Ya cuando Charo se retiraba de la oficina de Alonso, él la llamó, drenado a un lado su pida y la revista que se encontraba leyendo. Charo, de inmediato, dio la media vuelta. Ahí comenzaron a hablar por varias horas. Ya cuando se dieron cuenta, había comenzado a oscurecer. Alonso, de manera caballerosa, la invitó a cenar a un lujoso restaurante de la ciudad. Fueron cada quien a sus casas a tomar un baño y a cambiarse sus ropas, ya cuando llegó la hora de ir a cenar, Alonso llegó a la casa de Charo y salieron rumbo al restaurante.
En el camino, Alonso sacó una rosa y se la dio a Charo. Ella la tomó. En esos momentos no recordó que hacía un buen rato que estaba casas y besó a Alonso. Ya en el restaurante tuvieron una larga charla mientras la cena estaba lista. Después de un buen rato terminaron de cenar y entonces Alonso llevó a Charo su casa. Charo se encontraba sola ya que su esposo había salido del país por cuestiones de negocios. Lo invitó a pasar, tomaron unos tragos de vino.
Alonso quiso retirarse de la casa antes de que las copas se le subieran a la cabeza.
(Omar69)
Parte 51
En las primeras horas de la madrugada del día siguiente, cuando CHaro se despertó, acomodó las blancas sábanas que habían cubierto su aperlada piel después de aquél breve espacio de tinieblas. Primero fue una sensación de no saber de qué se trataba aquello que sus dedos tocaban, pera enseguida dar paso al horror de la certidumbre. ¡Ahora sabía qué era la sustancia viscosa que se embarraba en la palma de sus manos! ¡Sangre! ¡Sangre!. Casi estaba seguro de ello. Un grito se ahogo en su garganta y éste a su vez dio paso a la inmovilidad. La cabeza le daba vueltas. ¿a quién recurrir en esos momentos? Pero no, era necesario estar seguro de ello. Por fin, y después de un rato que se le antojó siglos, pudo separarse de su lecho e ir directamente, y no sin cierta dificultad, a encender la luz. Al hacerlo vio la realidad. Frente a ella estaba el cadáver de Alonso, en medio de un charco de sangre y con un puñal clavado hasta el mando en su hirsuto pecho. Entonces grito y gritó hasta que no supo más de ella.
Una brillante luz proveniente de una lámpara iluminaba su bello pero demacrado rostro. Se encontraba en un lugar donde ella nunca había estado, enfrente de ella había tres hombres de severo aspecto quienes hablaban en voz baja y en un lenguaje incomprensible para ella. ¿o sería que su cerebro no quería reconocerlo? El mas alto de los tres –y que parecía ser el jefe por el timbre y volumen que imprimía a sus palabras, le preguntó:
-cuál es su nombre?
Ella, sin entender aún su situación no atinaba a responder.
-cuál es su nombre, señorita?
Por fin, pero después de algunos segundos, dijo
-me llamo Carlota Bustamente Pineda y no comprendo qué estoy haciendo aquí,
-mire Señorita Carlota –dijo el de mas alto rango- hoy por la mañana y a solicitud de sus vecinos, acudimos a su domicilio donde encontramos el cadáver de un varón de aproximadamente 28 años de edad en su cama. El hombre recibió 6 puñaladas en el pecho. Esa fue una verdadera masacre, y necesitamos que nos explique qué estaba haciendo ese hombre en su departamento, y cuál fue el móvil para que usted lo asesinara de esa brutal manera…
(Ahmed)
Parte 52
Bueno, y se murieron todos, hasta el gato. Luego sale un nuevo personaje llamado Picos que era un pajarito de color verde con el pico parecido a los de los tucanes. Tenía un cuerpo de un perico era un poco curioso. Cuando salió de la cajita de madera de la jaula y fue a darle de comer, la dueña se asustó tanto que lo echó a volar y el pobre pajarito fue a dar a una escuela donde un niño estudiaba. El niño, de nombre Paco, el pajarito, por casualidad, cayó cerca de donde Paco iba a pisar con el zapato y lo iba a pisar. Paco lo agarró y se lo llevó a su casa, llegó con su mamá y se lo enseñó. A su mamá le gustó y le dio permiso a Paco de conservarlo como mascota. Luego Paco bajó al pueblo junto con su mamá y le compraron una jaula de color azul y fueron por el alimento, que era alpiste.
Luego llegaron a la casa donde tenían a Picos y lo echó a la jaula que la había comprado su mama. Luego le puso de comer, Picos estaba hambriento, tanto que se acabó con todo y se quedó dormido.
Luego Paco, al ver que estaba amaneciendo se tenía que levantar para ir a la escuela porque su mamá trabaja en la tortillería y no puede levantar, se fue corriendo a ver a Picos que estaba feliz porque ya tenía una familia que lo iba a cuidar y darle de comer. Luego se fue a la escuela, Picos mientras perdía el tiempo tomando agua, comiendo, durmiendo.
Luego tan rápido se pasó el tiempo que llegó Paco de la escuela corriendo y fue a ver a Picos. Sin tenerle miedo lo agarró y le enseñó a hacer muchas cosas como dar la patita. Tanto que después Picos sabía salirse de la jaula solo. Paco estaba muy emocionado de Picos. Al llegar su mamá del trabajo Paco corrió y le enseñó a su mamá todo lo que le había enseñado Paco y su mamá se sorprendió tanto que lo quisieron mas a Picos.
Paco les platicó a sus amigos de la escuela que tenía un pajarito llamado Picos y todo lo que hacía y que era muy inteligente, sus amigos no le creyeron. Paco los invitó a su casa y se fueron sorprendidos de Paco y su mascota.
Paco, al irse a la escuela temprano, al volver encontró que Picos se había salido y había volado. Paco salió corriendo a buscarlo pero era demasiado tarde. Picos ya tenía nuevo dueño. Paco lloró mucho pero entendió muchas cosas.
(Juan María Valdez O.)
Parte 53
Charo, esperanzada en que fuera Alonso a buscarla para que las cosas se dieran entre ellos. Alonso se portaba muy mal con CHaro. Ella, triste y cansada de buscarlo, se fue a su casa y dejó de salir. No quería hablar con nadie, se deprimió tanto que adelgazó y perdió las ganas de vivir.
A Alonso le decían lo que estaba provocando. Pero él no decía si había sido el de la sombra. Él estaba obsesionado en guardar el secreto, aunque todos pensaban que él había sido ya que de inmediato habría desmentido el rumor.
Alonso fue a visitar a Charo para ver la causa por la cual estaba tan deprimida. Charo al momento de verlo se soltó llorando y lo abrazó diciéndole:
-Sabía que eras tú el que estaba en mis sueños, el que me cuida y me protege.
Alonso seguía sin aclarar nada. Lo único que dijo fue que él iba a estar siempre con ella, que cuando lo quisiera que lo llamara y él vendría de inmediato a verla. Charo se decepcionó mucho y, resignada, le dijo:
-está bien, gracias por tu apoyo.
La amiga de Charo (Andrea) la convenció de salir porque ya era demasiada la depresión. Salieron, y Andrea le presentó a su primo Carlos. A Carlos le pareció muy agradable Charo y empezaron a platicar. Charo le contó todo lo que le había ocurrido ya que Carlos le inspiro confianza. Carlos para animarla, la invitó a cenar y se hicieron muy buenos amigos. Charo le había platicado que la sombra blanca y no la había sentido invisto y recordando a Alonso, se soltó llorando. Carlos la entendió y, lejos de reclamarle la llevó a buscar a Alonso, y al verla con Carlos le pidió de favor que se quedara un rato con él para platicar. Charo aceptó y Alonso le dijo que él no podía contestar la duda que ha tenido desde que se la aparece la sombra blanca, pero lo único que le podía decir es que él siempre iba a estar con ella y le dijo una cos que la dejo muy confundida:
-Cuando no sepas nada de mí, ve con Alfredo (Amigo de Alonso). él te aclarará todas las dudas. Charo, decepcionada, se fue de la casa de Alonso y prometió respetar su decisión.
Así pasaron dos años en los que Charo vivió “tranquila”, aunque con dudas. Entonces era la fecha del cumpleaños de Alonso. Ella lo llamó, pero Alonso no contestó. Lo buscó en su casa y no abrieron. Entonces decidió r a buscar a Alfredo, ya que tenía mucho tiempo sin saber de Alonso. Al llegar a la casa de Alfredo le platicó lo que había pasado aquél día en casa de Alonso y Alfredo le entregó un sobre. Charo lo abrió y leyó una carta que decía:
“ En estos momentos no sabes nada de mí y lo entiendo. Yo provoqué esto al no decirte la verdad y pues, aunque es tarde, es tiempo para que lo sepas. Nunca te dije por qué a pesar de que estuvimos juntos mucho tiempo, nos queremos pero terminamos sin razón clara, pero ahora te digo el por qué: decidí terminar porque estoy muy enfermo y las veces que viste aquella sombra blanca era yo tratando de protegerte. Yo se que todos ya lo sabían, pero no quería decir el por qué para no hacerte sufrir. Es que yo te quiero mas que a mi vida y para mí lo mas importante es que te sintieras segura y pues si de esa forma lo estabas, yo estaba feliz.
Es esa la razón por la que te dije que no me buscaras y que yo siempre iba a estar contigo y eso es seguro.
Me despido esperando que entiendas mis motivos y que seas muy feliz con Carlos ya que él es una muy buena persona, y él sabía mi gran secreto. Yo hablé con él y él me prometió que te iba a hacer feliz.
Te quiere, Alonso”.
En ese momento Charo, contenta de saber que él era esa sombra, le pregunto desesperada a Alfredo, en dónde estaba Alonso, para ir con él y decirle que a ella no le interesaba que estuviera enfermo.
Alfredo soltó una lágrima y, muy triste le dijo que Alonso había muerto hacía ya tres meses.
Charo, impactada y confundida, no lo podía creer, pero Alfredo le dijo que él no jugaba con ese tipo de cosas. La llevó al cementerio y Charo soltó el llanto sobre la tumba. Pero ella prometió hacer lo que Alonso había dicho en su carta, ya que Alonso le había prometido estar con ella siempre.